Es natural en el ser humano dudar y sentir preocupación por su persona, su entorno, sus relaciones y demás. Al sentir estas sensaciones y emociones y pensar tanto en ello normalmente sentimos la necesidad de contárselo a alguien, con el objeto de que nos devuelvan algún consejo. Sin embargo, no todos los oyentes tienen la misma capacidad de escuchar y guiarte en el camino. Son las videntes y tarotistas las profesionales encargadas de llenar este vacío.
HISTORIA
El tarot y los videntes no son nada nuevo, ni mucho menos, tienen muchísima historia. Como la necesidad de sentirte escuchado y guiado es natural en el ser humano los tarotistas han ayudado en este camino desde hace muchos siglos. Las primeras referencias se sitúan en Italia en el siglo XV, lugar y época al que pertenece la primera baraja de tarot. Se dice que el origen de esta técnica puede buscarse en los cátaros medievales (un movimiento religioso) y en la cultura occitana. Al parecer, la filosofía de estas dos culturas encaja totalmente con la idea básica del juego del tarot.
No fue hasta el siglo XVIII y comienzos del XIX cuando las cartas del tarot fueron asociadas con el misticismo y la magia. Y a partir de este momento empezó a utilizarse como una técnica adivinativa. Así pues, la tradición de leer las cartas viene desde hace muchísimos años. Esta lectura se basa en la idea de que las cartas se pueden usar para entender y explicar situaciones actuales o futuras de la persona que solicita la consulta.
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¿EN QUÉ CONSISTE?
Aunque se pueden observar varios métodos para realizar la tarea del tarot o de la videncia, el más utilizado son las tiradas. Estas tiradas consisten en la interpretación del significado de las cartas. Esta interpretación se construye viendo el pasado y el futuro de la persona consultante y dando el significado indicado. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Primero se barajan las cartas al azar
- Se reparten en un cierto orden boca abajo
- Según la posición en la que se encuentra en la mesa se hace una interpretación
- La interpretación del significado esta siempre enfocado a la persona que consulta
Para realizar estas tiradas existen diferentes configuraciones. Todas ellas se diferencian en la posición de las cartas y en definir el modo con el que vamos a ver al cliente. Son las siguientes:
- Método sencillo o Gran Cruz
- La cruz mágica
- Tirada horoscópica
- El árbol de la vida
- Tirada célitica
LAS MEJORES VIDENTES Y TAROTISTAS
Las Videntes y Tarotistas son profesionales comprometidas con su trabajo y la filosofía del tarot y la videncia. Realizan su servicio para ayudarte y guiarte en tu camino y en esas dudas y preocupaciones que sientes. Las mejores tarotistas y videntes gozan de un carácter ético y características como la honestidad, la empatía, el respeto y la confidencialidad. Estas características y ese sentido ético se mantienen en todo momento tanto por el respeto que merece el cliente como por el tarot mismo.
Algunas de las tarotistas más reconocidas y mejores en su campo son Esmeralda, Rubí, Gloria y Clara. Llevan el don de la videncia y el tarot dentro y sus capacidades son innatas. Pero no solo eso, sino que ellas han dedicado toda su vida a empaparse de conocimiento sobre este tema. Son tarotistas y videntes con muchos años de experiencia y un largo recorrido preparándose y aprendiendo continuamente para que su labor sea mucho mayor y mucho más fiable.
MODO DE TRABAJAR
Todas las videntes y tarotistas trabajan haciendo uso de las consultas telefónicas, un modo muy acertado y sencillo para llevar a cabo la tarea de la videncia y el tarot. Las consultas telefónicas hacen que el contacto con estas profesionales sea muchísimo más fácil e inmediato, ya que no tienes que preocuparte por cuadrar horarios ni desplazarte.
De ninguna manera es un obstáculo realizar el tarot mediante llamadas, todo lo contrario, tiene muchas características que le favorecen.
En primer lugar, una vidente o tarotista, como ya hemos dicho, tiene el don de la videncia por naturaleza y trabajada, por lo tanto, el canal no influye en sus visiones y percepciones. Siempre será capaz de interpretar y transmitir lo que ve honesta y profesionalmente, aunque la persona consultante no esté presente.
En segundo lugar, permite que la distancia afectiva entre la tarotista y el cliente disminuya y así, no se siente influenciada por los gestos o el aspecto del cliente, llegando de este modo a una mayor tasa de aciertos.
Finalmente, el cliente se siente mucho más cómodo y seguro en su entorno (en su casa, por ejemplo) y de esta manera es capaz de concentrarse más en lo que quiere transmitir y hacerlo de una manera más clara.